Marisco con un poco de microplásticos

Por Iva Fedorka.

Se han encontrado residuos de plástico en el Círculo Polar Ártico, en la cima del Monte Everest y en el fondo de los océanos. Estas diminutas partículas de plástico o microplásticos son ingeridas con frecuencia por los animales marinos en nuestra cadena alimentaria, y aún no entendemos del todo cómo estos microplásticos pueden afectar a la salud acuática y humana.

Plástico, plástico por todas partes

La producción de plástico ha aumentado anualmente en un 8,7% desde la década de 1960 y ahora es una industria mundial con un valor de cientos de miles de millones de dólares. De cuatro a doce millones de toneladas métricas de plástico llegan a los océanos cada año y se espera que la cantidad de plástico en los océanos supere a la población de peces en 2050. De forma conservadora 5,25 billones de partículas de plástico circulaban por las aguas superficiales de la Tierra en 2018.

El ochenta por ciento de estos materiales de desecho de plástico son basura y artículos desechados por los vertidos industriales, las vías navegables interiores y los vertidos de aguas residuales. Aproximadamente tres cuartas partes de esta basura son residuos no recogidos y el sistema de gestión de residuos aporta el 25 por ciento restante.

¿Qué son los microplásticos?

El término microplásticos se introdujo en 2004 para describir las partículas de plástico de 0,1 µm a 5 mm de tamaño. Varían en tamaño, forma, composición química y tipo de polímero. Las resinas más comunes son el polietileno y el polipropileno. Algunas microplásticos se fabrican directamente en un tamaño pequeño (microplásticos primarias), mientras que otros (microplásticos secundarios) se crean a medida que se degradan los más grandes.

Fuentes de microplásticos

Los productos de cuidado personal (como los exfoliantes) contienen microperlas, un tipo de microplástico primario. Se calcula que sólo en Estados Unidos se liberan diariamente 8.000 millones de microperlas en los hábitats marinos. Los abrasivos industriales y las bolitas utilizadas para fabricar artículos de plástico de mayor tamaño son otra fuente importante de microplásticos primarios. Las microplásticos secundarios pueden incluir microfibras textiles y polvo de neumáticos, junto con las partículas creadas por la degradación de otros artículos de plástico.

Degradación del plástico

Incluso si se detuviera por completo la fabricación de plásticos, se seguirían produciendo microplásticos secundarios a partir de los residuos de plástico existentes a medida que esa basura se degrada. La velocidad de degradación depende de la resina o el polímero, del tipo, la forma, la densidad y la edad del artículo de plástico. Las condiciones ambientales (clima, temperatura, radiación y pH) también afectan al ritmo de degradación.

Aunque los plásticos son duraderos, pueden verse afectados por la biodegradación (descomposición por microorganismos), la fotodegradación por la luz solar, la oxidación térmica (deterioro molecular lento a temperaturas moderadas o altas) y los efectos hidrolíticos del agua.

Cuestiones de investigación

Aunque se han publicado muchos informes sobre la contaminación por microplásticos en los mariscos y los entornos acuáticos, la falta de métodos estandarizados de muestreo, identificación, cuantificación y análisis ha producido resultados inconsistentes.

Recogida y preparación de muestras

El agua, los sedimentos y el tracto gastrointestinal de los animales acuáticos son las muestras habituales de elección. Las aguas superficiales se recogen con redes o redes de arrastre. Los sedimentos pueden recogerse con pala o mediante muestreo de núcleos. Se diseccionan los hígados, las branquias, las vísceras y otros órganos de los organismos acuáticos. A continuación, se separa la MP de las matrices mediante la determinación de la densidad, la digestión química y otros métodos de preparación de muestras.

Caracterización y cuantificación

Una vez separados los microplásticos, se evalúan químicamente para identificar los tipos específicos de polímeros que contienen. Actualmente, los científicos caracterizan los microplásticos mediante cromatografía de gases/espectrometría de masas (GC/MS), espectroscopia infrarroja por transformada de Fourier, espectroscopia Raman, pirólisis y otras técnicas de imagen.

El contenido de microplásticos en el agua, los sedimentos y la biota suele expresarse como "partículas por m3", "partículas por m2" o "partículas por individuo", respectivamente. Sin embargo, muchas evaluaciones pueden no incluir las partículas plásticas de tamaño nanométrico (con un rango de tamaño de 0,001 a 0,1µm), para las que no siempre se dispone de métodos de medición eficaces.

Además de las resinas, en el proceso de fabricación del plástico se añaden productos químicos. Hasta un 4 por ciento del peso de los microplásticos pueden ser plastificantes, pigmentos, agentes antimicrobianos, estabilizadores y otros aditivos. Estas sustancias químicas pueden filtrarse al entorno desde los plásticos. La lixiviación aumenta con la degradación a medida que aumenta la relación superficie-volumen de microplásticos.

También se ha demostrado que los microplásticos absorben contaminantes orgánicos persistentes (COP), incluidos los bifenilos policlorados (PCB), los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), los pesticidas organoclorados, los retardadores de llama y otros subproductos de los bienes de consumo o de los residuos municipales.

¿Qué es lo siguiente?

Aunque las autoridades en materia de nutrición nos aconsejan que consumamos más marisco, la preocupación por el contenido de microplásticos puede llevar a reducir su consumo. Es fundamental investigar más sobre los riesgos de los microplásticos para la salud humana y de los animales, si queremos proteger a los consumidores y al medio ambiente.

Aunque se han estudiado muchas criaturas acuáticas que ingieren microplásticos, se necesita más investigación. Dado que algunos microplásticos son más densos que el agua, se hunden y es más probable que los organismos que se alimentan en el fondo las ingieran. Otras microplásticos son menos densos y pueden ser ingeridas por los peces y otras especies que habitan en la columna de agua.

Prevenir y eliminar las microplásticos del agua es también una cuestión importante. Las herramientas de ingeniería y biotecnología, como los tratamientos avanzados del agua, podrían ayudar a controlar, reducir o incluso eliminar la contaminación por microplásticos. Dado que la eliminación de los residuos plásticos también se ve afectada por el desarrollo económico, la infraestructura local y la legislación, realizar cambios en los hábitos, las prácticas y el empleo establecidos será un reto.

Iva Fedorka es redactora de contenidos de Thermo Fisher Scientific.

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Reference